Tener que presentar una prueba de un procedimiento médico voluntario para viajar, trabajar, realizar trámites o asistir a eventos públicos es inaudito, pero dentro de la "nueva normalidad" será considerado como "una medida para proteger la salud pública". La libertad para seguir con la vida normal se verá amenazada, a menos que otorgue su consentimiento para recibir la vacuna contra el COVID-19. Ya se están desarrollando aplicaciones para el pasaporte de vacunación global. En este informe, le explicamos cómo se implementarán.
Se espera
que los pasaportes de vacunas, introducidos como un subproducto de la pandemia
del COVID-19, estén listos durante la primera mitad de 2021. "Puede estar
seguro de que están en eso", Brian Behlendorf, director ejecutivo de la
Fundación Linux, le explicó a CNN Business.
La
Fundación Linux se ha asociado con IBM, COVID-19 Credentials Initiative y
CommonPass, con el fin de desarrollar aplicaciones de vacunación que se
aplicaran a nivel mundial.
Si esto
tiene éxito, es probable que las personas necesiten obtener un certificado de
vacunación en su teléfono que demuestre la fecha y el lugar de vacunación, así
como el tipo de vacuna, para viajar o asistir a un evento, como un concierto.
"Si
esto sucede, las personas deberán obtener un certificado de vacunación en su
teléfono que demuestre la fecha de vacunación, junto con un conjunto completo
de prácticas de gestión de salud para poder viajar a otro país o asistir a
conciertos, donde la asistencia se limita a las personas vacunadas",
explicó Behlendorf.
Tener que
presentar una prueba de un procedimiento médico voluntario para viajar o
asistir a eventos públicos es inaudito, pero se considera como una medida para
proteger la salud pública. En realidad, la libertad para seguir con la vida
normal se ve amenazada, a menos que otorgue su consentimiento para recibir la
vacuna contra el COVID-19. Pero esto sólo es el comienzo.
Información
adicional sobre el CommonPass
El
Proyecto Commons y el Foro Económico Mundial crearon Common Trust Network, que desarrolló la aplicación CommonPass para actuar como pasaporte de salud en un
futuro.
La
aplicación permite cargar información como el resultado de una prueba de
COVID-19 o un comprobante de vacunación, para generar un código QR que deberá
mostrarse a las autoridades. La estrategia propuesta "para reabrir las
fronteras" implica lo siguiente:
Cada
nación debe publicar sus criterios de salud para ingresar al país y utilizar un
formato estándar
Cada país
debe certificar instalaciones de confianza que realicen pruebas de laboratorio
de COVID-19 para viajar al extranjero y administrar las vacunas que se
encuentran en el registro de CommonPass
Cada país
aceptará el estado de salud de visitantes extranjeros a través de aplicaciones
y servicios creados en el esquema CommonPass
Es
necesario recopilar la información al momento de la muestra o la vacunación por
medio de un estándar internacional
El esquema
CommonPass se integrará en los procesos de facturación, así como en
reservaciones de vuelos y hoteles.
Tarde o
temprano, el esquema CommonPass se integrará con aplicaciones de salud personal
que ya existen, como Apple Health y CommonHealth. Si desea viajar, se analizará
su historial médico y se comparará con los requisitos de ingreso de un país, y
si no los cumple, lo dirigirán a un lugar de prueba o vacunación aprobado.
Las bases
para el CommonPass se establecieron en un documento técnico del 21 de abril de
2020 de la Fundación Rockefeller, y forma parte del plan de vigilancia global y
control social conocido como "el Gran Reinicio".
De acuerdo
con CNN, "aerolíneas como Cathay Pacific, JetBlue, Lufthansa, Swiss
Airlines, United Airlines y Virgin Atlantic, así como cientos de sistemas de
salud en los Estados Unidos y el gobierno de Aruba", ya se han asociado
con Common Trust Network y su aplicación CommonPass.
Las
tarjetas inteligentes están por llegar
CommonPass
es una de las aplicaciones en desarrollo para rastrear la información médica y
convertirla en una identificación que deberá ser escaneada solo para poder
vivir como antes. IBM desarrolló el Digital Health Pass, que las empresas
pueden utilizar para evaluar desde los resultados de las pruebas de coronavirus
y la vacunación hasta la temperatura corporal.
No tener
un teléfono celular no exime a las personas de mostrar sus credenciales de
salud. Las empresas que forman parte de COVID-19 Credentials Initiative están
tratando de crear una tarjeta inteligente que actúa como una identificación de
salud que se puede presentar incluso si no tiene un teléfono o una conexión a
internet estable.
El 28 de
agosto de 2020, Irlanda fue uno de los primeros en comenzar una prueba nacional
de su nueva iniciativa conocida como Health Passport Ireland para rastrear y
mostrar los resultados de las pruebas de COVID-19, así como ofrecer un mayor
número de pruebas y mostrar el estado de vacunación.
Desde
entonces, la iniciativa se ha ganado el nombre de Health Passport Europe, y
afirma que este sistema se utilizará en todo el mundo para viajar de manera
internacional. Aparte de los viajes y el turismo, los pasaportes de salud se
utilizarán con fines de atención médica, eventos, fábricas y oficinas, e
incluso en escuelas y centros de cuidado infantil.
En
resumidas cuentas, para poder seguir con su vida diaria normal, necesita
hacerse la prueba del COVID-19, después solicitar una cuenta en la aplicación
para descargarla en su teléfono y recibir los resultados de la prueba (volver a
realizarse la prueba según sea necesario) para mostrar su estado de COVID-19
cuando se lo soliciten.
Para las
personas que no se han realizado la prueba, Health Passport Europe afirma que
es posible usar esta tecnología al descargar la aplicación Health Passport
Scanner para escanear a otras personas cuando sea necesario.
"Esto
le brinda una gran seguridad a usted y su familia, ya que puede hacer uso de
los servicios, mientras viaja, está en un evento, en el trabajo y más".
El
tratamiento especial se basa en la vacunación obligatoria
Aunque
muchos países sugieren que la vacuna contra el COVID-19 no será obligatoria,
todo equivale a lo mismo, ya que otorgan privilegios especiales a las personas
vacunadas, como la posibilidad de viajar, asistir a eventos o incluso ingresar
a un lugar de trabajo.
"Tan
importante como es la vacunación para todos, no hay tratamiento especial para
las personas vacunadas", explicó el ministro de Alemania, Horst Seehofer,
en el periódico Bild am Sonntag. "Distinguir entre las personas vacunadas
y las no vacunadas sería lo mismo que realizar una vacunación
obligatoria".
Aun así,
Thomas Mertens, jefe de la Comisión Permanente de Vacunación de Alemania
(STIKO, por sus siglas en inglés), ha declarado que es posible utilizar los
pasaportes de vacunación para otorgar acceso a viajes, restaurantes, conciertos
y cines, mientras que también pueden ser solicitados por ciertas empresas.
“Estos son
acuerdos privados que se realizan por el dueño del restaurante, la aerolínea y
el organizador del concierto”, explicó al diario Die Welt. “Creo que es una
posibilidad. No soy abogado y, al final, los abogados tendrán que
decidir".
Seehofer,
sin embargo, declaró que, aunque el gobierno no puede evitar que las empresas
exijan la vacunación, está claramente en contra: "Todo lo que puedo hacer
es advertir a las personas. Tratar a las personas vacunadas de manera especial
dividiría a la sociedad".
Mientras
tanto, España, que tiene previsto vacunar a 2.3 millones de personas en un
período de 12 semanas, mantiene un registro de personas que rechazan la vacuna
contra el COVID-19 y pretende compartir la información con otros países de la
Unión Europea. Aunque la vacuna es voluntaria, el sistema nacional de salud
solicita a los ciudadanos que la utilicen, lo que facilita el seguimiento de
quienes se niegan.
En 2018,
la Comisión Europea elaboró una propuesta para fortalecer la cooperación contra
las enfermedades prevenibles por vacunación, incluyendo una acción conjunta
para aumentar la cobertura de vacunación, al declarar: “Los programas de
vacunación se han vuelto cada vez más frágiles; ante una menor aceptación, las
dudas, el costo creciente y la escasez en la producción de vacunas en Europa”.
Al
parecer, esto ha sucedido por el intercambio de información médica privada,
incluyendo las personas que eligen no recibir la vacuna contra el COVID-19.
El
seguimiento y el rastreo han comenzado
Hace un
año, hubiera sido difícil imaginar una aceptación generalizada de las
aplicaciones que recopilan el estado de vacunación y lo convierten en un
pasaporte de salud que las personas deberán presentar para viajar o asistir a
eventos recreativos como conciertos, o incluso asistir a la escuela o trabajar.
Pero en el contexto de una pandemia, se percibe como necesario para la salud
pública.
El 13 de
diciembre de 2020 el New York Times publicó un artículo con el título: “Si está
vacunado, muéstrenos su aplicación”, el cual mencionaba que las aerolíneas
United, JetBlue y Lufthansa planean introducir el CommonPass en las próximas
semanas. “Es solo el comienzo de las identificaciones digitales que pronto
podrían ser aceptadas por empleadores, escuelas, campamentos de verano e
instalaciones para hacer ejercicio”, agregó el Times.
De hecho,
el Dr. Brad Perkins, director médico de la Commons Project Foundation, agregó:
"Es probable que esta sea una nueva necesidad con la que tendremos que
lidiar para controlar y contener la pandemia".
De hecho,
lograr que los pasaportes de salud se conviertan en una "nueva normalidad" ha
sido parte del plan del Proyecto Commons, que comenzó a desarrollar un software
para rastrear los datos médicos mucho antes de que comenzara la pandemia del
COVID-19. "Pero el aumento de los casos en todo el mundo aceleró este
proyecto", informó The New York Times.
No se
trata de enfermedades infecciosas
Con la
ayuda del Foro Económico Mundial, CommonPass representa la etapa inicial del
rastreo masivo, con la premisa de mantener a todas las personas a salvo de
enfermedades infecciosas.
Es parte
fundamental del Gran Reinicio y la cuarta revolución industrial, cuyo propósito
se reduce al transhumanismo. En años anteriores, este plan se conocía como un
"nuevo orden mundial" o "un orden mundial". Sin embargo,
todos estos términos se refieren a un programa que tiene el mismo objetivo
final.
Como
explicó James Corbett, para los que se olvidaron del Nuevo Orden Mundial, se
trataba de "enfocar el control en menos personas, así como la
globalización y transformación de la sociedad a través de tecnologías de
vigilancia".
Es decir,
es la tecnocracia, donde las personas, no saben nada sobre la élite gobernante,
mientras que se vigila, rastrea y manipula cada aspecto de la vida para su
beneficio. El seguimiento y rastreo de los resultados de la prueba y la
vacunación están preparando el escenario para la vigilancia, el rastreo y el
monitoreo, que se relacionaran con todos los registros médicos,
identificaciones digitales, bancas digitales y sistemas de crédito social.
Mercola.com
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