ANTIGUO ARCHIVO INFOCON NOTICIAS

sábado, 27 de junio de 2020

CÍRCULO INFERNAL: EL SUEÑO JUDÍO HECHO REALIDAD


Una realidad distópica y surrealista ha sido representada en la literatura por varios ensayistas, Orwell, Huxley y Bradbury, entre los más famosos y reconocidos en detallar el futuro aterrador de una humanidad robotizada y sin emociones, salvo el miedo. "Imitación de la verdad", ha sido la magnífica obra que Don Miguel Serrano, maestro, poeta y escritor chileno, plasmara en 1996, sobre la mesiánica y última puesta en escena que los controladores del mundo impondrían con la adquisición de una tecnología perversa y terrorífica para cumplir su dominio y esclavitud total sobre los habitantes de la Tierra. De la misma, hemos extraído tres capítulos de imprescindible lectura introductoria para el video que presentamos al final de este escrito, el mismo, ha sido conformado por diferentes secuencias de la película "El Círculo", una adaptación cinematográfica de la novela de Dave Eggers, lanzada en 2017 y protagonizada por Tom Hanks y Emma Watson. 

“Cuando los niños nazcan con los ojos abiertos se estará en la Edad del Hierro y se acercará el fin del mundo”. Hesíodo

“En la cabeza de un alfiler van a caber todas las informaciones del mundo... A principio del próximo milenio su teléfono recibirá, clasificará y, quizás incluso, contestará las llamadas entrantes como si fuese un bien entrenado mayordomo inglés... Estamos al comienzo del surgimiento de una red universal interconectado, de comunicación de audio, video y texto electrónico, que difuminará la distinción entre comunicación interpersonal y masiva y entre comunicación pública y privada… Socialmente nos relacionaremos en forma de comunidades digitales en las que el espacio físico será irrelevante... La era digital terminará por desterritorializar las culturas, comprimiendo el espacio en que vivimos y nos comunicamos al tamaño metafórico de la cabeza de un alfiler.”  Extraído del trabajo publicado en 1996 por el judío José Joaquín Brunner, Ministro Secretario General del Gobierno de Chile en la sección de “Comunicación y Cambios Culturales”, diario El Mercurio.
  
IMITACIÓN DE LA VERDAD

Dentro de cincuenta años, la llamada “nano-tecnología”, la manipulación de átomos y moléculas individuales, para formar submicroscópicas estructuras, habrá avanzado lo suficiente como para que diminutos robots puedan realizar al interior del cuerpo humano exámenes, circulando por la corriente sanguínea. Existen ya pequeñísimos artefactos, productos de la microingeniería, que se introducen dentro de un computador, capaces de apoderarse de su energía desde los circuitos centrales y usarlos para transmitir información propia. Así, la “nano-tecnología” es el próximo paso, que dejará obsoletas todas las técnicas de contra-espionaje actuales. Del mismo modo trabaja para producir computadores tridimensionales, que construirán un mapa geofísico de las ciudades, pudiendo establecer un control de metro a metro cuadrado. Ya existen cámaras que, con el pretexto de evitar robos y asaltos, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, podrían vigilar el movimiento y la vida de miles de ciudadanos, por medio de aparatos de control remoto. Si a esto se suma la llamada “tarjeta inteligente”, poseedora de un “chip” que registra todas las actividades de un individuo, de la cuna a la tumba, recibiendo y entregando información en un computador central, la muy mentada democracia, con sus derechos humanos y libertades individuales, no pasa de ser una ficción más. Por el contrario, un Estado totalitario, robotizado al máximo, será el futuro cercano de la especie humana; aun con la desaparición del “dinero plástico” (la tarjeta de crédito y débito), para dar paso a la “marca de láser en la carne”. La “Marca del Apocalipsis”.

A la info-guerra, más arriba referida, habría que agregar la guerra “kamomanásica”, puramente mental. Ya se trabaja en la ciber-telepatía. O sea, una telepatía también robotizada, en combinación con el computador. Se partiría con la misma ayuda de los electrodos que se usan en los electroencefalogramas, pudiendo hacer uso de las misteriosas ondas “Mu” del cerebro. Los científicos especializados en el tema incluso hablan ya del intercerebro-computador” (BCI: “Brain-Computer—Interfase”). De este modo, en Asia, Europa y Estados Unidos (la “Trilateral”, en la “Tercera Ola”), están buscando decodificar las ondas y señales que se generan en el cerebro para poder llegar a manejar el computador con el pensamiento, pudiéndose un día controlar una entera fábrica sólo con la mente. Con el pensamiento de un robot, que hará uso del cerebro humano, ya que sus circuitos podrían llegar a trabajar sin intermediación alguna.

La vieja leyenda del Golem es ya una realidad. Norbert Wiener, uno de los creadores de la cibernética, a fines de los años sesenta publicó un libro titulado God, Golem and Co. (Dios, el Golem y Compañía). Leí este libro en Europa y mandé una copia de regalo al Presidente Frei Montalva. Nunca supe su reacción, la que no habrá sido positiva, a juzgar por su campaña contra el agro tradicional, continuada hoy por su hijo, además de su no-defensa de la Laguna del Desierto y su poca simpatía por las Fuerzas Armadas y por nuestra tradición portaliana y de “Estado en Forma”.

En este libro, Wiener deja entrever sus sospechas de que el hombre haya sido un robot que Dios creara para investigar una cierta parte del Universo, una suerte de computador, casi perfecto, al que insufló una energía llamada Espíritu (esto lo decimos nosotros). El robot-hombre se habría vuelto contra su creador, destruyéndolo (“¡Dios ha muerto!”, declaraba Nietzsche). Ahora, el robot, creado por el hombre, se volverá contra éste y lo aniquilará.”
Yendo por una pendiente fatal, con un vesánico impulso de autodestrucción, ciego, como hipnotizado o ebrio, el hombre perfecciona cada vez más el robot. Busca la forma de introducirle personalidad y sentimientos, vida subjetiva y hasta un “yo”. Existen ya robots capaces de ganar partidas de ajedrez al hombre (esta leyenda, o arquetipo, es también antigua, existiendo una película alemana de los años treinta, protagonizada por Conrad Veit, llamada El Jugador de Ajedrez). Lo único que, al parecer, aún preserva la superioridad del hombre es que el robot no se reproduce a si mismo, por voluntad propia. Se afirma también que carece de sentido común.

Ahora bien, ¿va a ser esto siempre así? Al conectar el hombre sus ondas cerebrales a la máquina-robot se ha expuesto a que éste le robe su misteriosa energía (“Mu”), tal como el hombre le habría robado el Espíritu a Dios. Además, esa otra peligrosa (y nosotros pensamos, diabólica) energía universal, la electricidad, podría ser también consciente, pensante, un pensamiento; pero un pensamiento del demonio, ya que con la electricidad se expande sin remedio el mal sobre la tierra. SIN LA ELECTRICIDAD NO HAY ROBOT, ELECTRÓNICA, TECNOTRÓNICA, PSICOTRÓNICA, NI CIBERNÉTICA.

Fue Tesla quien descubrió una “electricidad alternativa”, los rayos “takiones”, de partículas subatómicas,los rayos “T”. El quiso contactarse con Edison, quien pretendió comercializarlos, como lo hiciera con la electricidad. Tesla se resistió. Sin embargo, su “otra electricidad” fue a caer en manos aun peores. Y es ella la que hoy, conjuntamente con la electricidad conocida, tiene ya al mundo bajo control y al hombre transformado en un zombi. Pareciera ser que, DESDE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, HAY QUIENES LA ESTÁN USANDO PARA DOMINAR EL CEREBRO DE LOS HUMANOS. Hoy, con la máquina “Takion” pueden cambiar y manipular a voluntad las mentes de los habitantes de regiones enteras, junto con los mensajes subliminales (lanzados hábilmente por la televisión y la más variada propaganda de productos), los que son facilitados en su recepción por el consumo masivo de bebidas drogadas, como la coca-cola, que producen adicción. LOS MENSAJES SUBLIMINALES NO SON DETECTADOS POR LA CONCIENCIA. Hoy los computadores usan “chips” de silicio para “pensar”. Todavía no poseen mente, o alma. Son inteligentes, pero de distinto modo al humano.

Una de las más interesantes conversaciones que sostuviéramos con el profesor C. G. Jung, al final de sus días, fue sobre el cerebro humano y su relación con la mente. A ella se refiere, en páginas dedicadas a mi conversación, Gerhard Wehr, en su importante libro: Jung, Su Vida, su Obra, su Influencia, editado por “Paidós” y en circulación en las principales librerías. “SI LA MENTE ES CAPAZ DE FUNCIONAR AL MARGEN DEL CEREBRO, ES DECIR, DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO, ENTONCES ES INCORRUPTIBLE”, me dijo Jung.

Y esto no puede ser cuestión de principios, de concepciones, ni de fe. Hay que experimentarlo. Y Jung lo había hecho. Poder vivirlo es una posibilidad de la condición humana, tal vez divina, del hombre. Sin embargo, con la dirección irrevocable hoy emprendida, CON LA REALIDAD VIRTUAL ESPECIALMENTE, PARECIERA QUE ESA PUERTA SE CIERRA PARA SIEMPRE. No existió ni existirá jamás computador más perfecto ni más extraordinario que el cerebro humano, hecho para ser utilizado por la Mente. Y, sin embargo, ha sido apenas aprovechado hoy en su capacidad de programación infinita. Por de pronto, el hemisferio derecho aparece como intocado por el hombre actual. CON LA REALIDAD VIRTUAL SE HACEN INÚTILES E INNECESARIAS SUS AMPLIAS FUNCIONES, YA QUE PASAN A SER REEMPLAZADAS POR UNA MÁQUINA, AUNQUE SE LOGRE INCORPORARLA, POR MEDIO DE “CHIPS”, DE ELECTRODOS Y ONDAS. La realidad virtual será siempre eso, virtual. Aunque nuestra propia realidad fuese también una fantasía, una ilusión, una “maya” hindú. El casco cibernético reemplazará y evitará el despertar del “Tercer Ojo”, del Rayo de Shiva;  el ciber—guante y el ciber-traje nos darán la sensación de proyectarnos en un “cuerpo astral” ——en el “lingasarira”. Sin embargo, no será más que un ersatz, una “imitación de la verdad" que se estará cumpliendo a expensas de la transmutación real y la recuperación del Gran Poder, del Hombre-Total, del Cerebro Total, que se atrofiará no sólo en el hemisferio derecho, sino también en el izquierdo, por falta de uso y de esfuerzo,…con las viejas disciplinas del desarrollo.

Tan grave es esto que ya afecta a la genética humana. Hoy los niños nacen con los ojos abiertos, lo que debe simbolizar la pérdida de la posibilidad de la apertura del “Tercer Ojo”, o “Shakra Ajna”, en la juntura frontal de los dos hemisferios del cerebro. Además, a los tres años ya tienen sus pequeños dedos puestos en los botones del computador.
HACE DOS MIL NOVECIENTOS AÑOS, HESÍODO PREDIJO QUE “CUANDO LOS NIÑOS NAZCAN CON LOS OJOS ABIERTOS, SE ESTARÁ EN PLENA EDAD DEL HIERRO Y SE ACERCARÁ EL FIN DEL MUNDO”.

¿UNA GRAN CONSPIRACIÓN?

Recuerdo que en India mantuve una importante discusión con Aldous Huxley. Junto con dedicarme su libro The Door of Perceptíon (La Puerta de la Percepción), me expuso su creencia de que la mezcalina, más aún el LSD, era el “maravilloso medio por el cual los viejos esfuerzos de yogas y de santos por lograr estados místicos de contemplación, éxtasis o samadhis, esas duras disciplinas y tormentos, que ocupaban años, hoy se alcanzaban, gracias a la droga, en sólo un cuarto de hora”. En India también conocí al profesor Arnold Toynbee, quien predicaba contra el campo, la agricultura, y por el triunfo de la “ciudad sin límites”. Luego, en los Estados Unidos de América, fui invitado por Alan Watts, con más de doscientas experiencias con drogas, y por John Lilly, que venía de visitar el Chile de Allende (ya convertido en un centro del tráfico de la droga), con una permanencia en el Centro de Ichazo y Naranjo, en Arica, precisamente donde la droga transitaba a su gusto. John Lilly es un peligroso manipulador del cerebro humano y especialista en el “lenguaje de los delfines”, con contactos con la CIA y el Pentágono. En Suiza, me visitó también Timothy Leary, ex—profesor de Harvard, promotor y traficante de la droga en aquellos años, asimismo en contacto con la CIA.

Ellos pensaron que, al igual que Castaneda, con su Enseñanzas de Don Juan, yo también podría llegar a serles útil con mi obra, editada por “Harper and Row”, en los Estados Unidos, y por “Routledge and Kegan Paul”, en Inglaterra. Ya le habían sacado el máximo de provecho a Hermann Hesse, con la complicidad voraz de su familia. Pero conmigo se equivocaron, pues yo, por mi experiencia en India y conocimientos y contactos obtenidos en Chile, durante la Segunda Guerra Mundial, conocía perfectamente que la droga destruye la virtualidad de los shakras e impide para siempre el verdadero desarrollo del Hombre—Total.

Se sabe que al final de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta, los Servicios de Inteligencia mundiales, especialmente de Inglaterra, con el Instituto Tavistock, de los Estados Unidos de América, iniciaron una conspiración para destruir dos o tres generaciones de jóvenes, con la promoción de la droga y de los movimientos de “hippies” y de la música electrónica. Los “Beatles” fueron condecorados por la Reina de Inglaterra. Y Timothy Leary me declaraba, con el rostro transfigurado, que haber nacido justo en el tiempo de la aparición de la música electrónica era el privilegio de los elegidos.
No podría afirmar si fue a conciencia que intelectuales como Aldous Huxley, Arnold Toynbee, Alan Watts, Arthur Koestler, Timothy Leary y el mismo Castaneda, han servido a la Gran Conspiración, como agentes de algún poderoso Servicio de Inteligencia mundial.
Un paso más, ya definitivo, y muy posiblemente el último, por ser la Realidad Virtual la más poderosa de las drogas, la Droga Absoluta, que las reemplazará a todas, se ha dado al final del actual milenio y comienzos del próximo.

 ¿Y EL EJÉRCITO?

La revolución cibernética, electrónica, el Internet, aplicados a las nuevas concepciones militares y científicas de la guerra, hacen que cualquier conflicto del futuro aparezca como una película de ciencia ficción, o uno de esos video juegos tan en boga. Algo de esto se mostró ya en la Guerra del Golfo. Y se ha dicho que el mismo Saddam Hussein tuvo en su poder algunas claves, que le habrían permitido interferir las comunicaciones bancarias, telefónicas y la movilización ferroviaria, tanto de Estados Unidos como de Inglaterra, llegando a producir un momentáneo colapso bursátil y una catástrofe ferroviaria, de los que casi nada se habló en aquellos momentos. Y algo muy extraño habría sucedido, al ofrecerse unos mercenarios holandeses, especialistas en la tecnotrónica, sin trabajo, y también algunos intelectuales hindúes, muy conocedores del tema, para colaborar con Irak, lo que habría significado, quizás, un aporte muy importante. Pedían un millón de dólares.
La Fuerza Aérea norteamericana se encuentra en posesión de un avión robot enano, capaz de obtener información detallada y miles de fotos de la geografía terrestre, al mismo tiempo que interferir las comunicaciones y las redes de computación del enemigo (la “nano-guerra ”).

Usando medios aún más poderosos pueden modificar el clima y, por medio de los “Rayos T” (descubiertos por Nicola Tesla) y otras partículas subatómicas, cambiar los pensamientos de los gobernantes de las potencias enemigas, haciéndoles declarar cosas nunca dichas ni pensadas, en discursos por televisión, de modo de indisponerlos con sus propios pueblos. Hasta la realidad virtual sería utilizada en los juegos de guerra, donde los uniformes utilizados por los combatientes pasan a ser complicadas maquinarias robots, comunicados de arriba a abajo por una red electrónica, de diminutos computadores, con rayos que les permiten ver en la noche; en verdad, un “ciber- cuerpo” artificial, que transforma al soldado en un robot bélico, un carro armado, una ciber-máquina, un mortífero vehículo sobre dos piernas.

Su poderosa arma automática puede mandar hacia atrás señales térmicas, al alto mando, con informaciones sobre el campo de batalla y los daños causados al enemigo.

Hasta ahora, pareciera ser que los robots aéreos, lanzados al espacio para obtener información, encontrarían un solo obstáculo: EL BOSQUE, LA SELVA VIRGEN, LOS ÁRBOLES VERNÁCULOS Y MILENARIOS ( Aún serían la salvación y refugio de varios ejércitos de América Latina y de algunos países del “Tercer Mundo”).  De allí, entonces, la sospecha de que LOS INCENDIOS DE BOSQUES, que cada vez con más frecuencia afectan a los árboles del planeta, y que siempre son INTENCIONALES, estén secretamente propiciados y dirigidos por el PODER OCULTO MUNDIAL que aspira a un CONTROL TOTAL DE LA TIERRA. Sólo el desierto les es propicio y de fácil dominación. Es así que “el desierto se extiende”, como diría Nietzsche. La aridez, la muerte final. Y no deja de ser extraño que en Chile, un misterioso personaje, el estadounidense Douglas Tompkins, se esté apoderando de todos los bosques vírgenes de la Patagonia chilena. ¿Qué pretende? ¿Qué va a ocultar allí?

Ahora bien, es muy interesante conocer que casi siempre, en los últimos juegos de guerra del Pentágono, realizados dentro de una realidad virtual, en videos y computadoras, sus ciber—ejércitos aparezcan como siendo derrotados por enemigos mucho más débiles y por ejércitos de la “Segunda” y “Primera Ola”. Y esto porque, al carecer de una red complicada y centralizada de comunicaciones, encontrándose dispersas, inconexas y desorganizadas sus fuerzas, son menos vulnerables a un ataque total de la info—guerra. Y el dominio final sobre un país vencido sólo se podrá efectuar por el hombre, por la vieja y tradicional Infantería, y no a distancia, por los robots y las máquinas. No todavía. Y la debilidad de la gran potencia está en el poco valor de su ser humano, involucionado, desvirtuado por la todopoderosa máquina y la super—tecnología.

Por esto mismo el Pentágono, al servicio de ese Gobierno Secreto Mundial, intenta por todos los medios imponer su “Doctrina”, para desmantelar los ejércitos tradicionales y las Naciones-Estado, de modo que, sin disparar un “info—tiro”, haya ganado la batalla antes de iniciarla.

Por la misma razón, harían muy bien Fuerzas Armadas como las chilenas en resistirse, no permitiendo ser asimiladas y destruidas, ni tampoco fascinarse con las nuevas formas de la guerra cibernética, de la info—guerra, sino, por el contrario, desarrollar simultáneamente estrategias y tácticas más antiguas, del “Tercer Mundo” o “Primera Ola”, de los países pobres, donde los mandos y las comunicaciones sean como las de los incas y los araucanos, con mensajeros humanos que usaban tambores y señales de humo, símbolos y transmisiones que la electrónica no logre interferir, dentro de bosques impenetrables, con la complicidad de la Naturaleza, de los animales y los pájaros, y hasta de los volcanes y las estrellas.

Tal vez para salvarse del imperialismo infernal del robot y de la electrónica, las pocas Naciones que aún sobreviven, encuentren la solución en el legendario mensajero Miguel Strogoff, en el Correo del Zar...

SI NO PUEDE VISUALIZAR EL VIDEO EN EL BLOG, VAYA A ESTE ENLACE

No hay comentarios:

Publicar un comentario