Una realidad distópica y surrealista ha sido representada en la literatura por varios ensayistas, Orwell, Huxley y Bradbury, entre los más famosos y reconocidos en detallar el futuro aterrador de una humanidad robotizada y sin emociones, salvo el miedo. "Imitación de la verdad", ha sido la magnífica obra que Don Miguel Serrano, maestro, poeta y escritor chileno, plasmara en 1996, sobre la mesiánica y última puesta en escena que los controladores del mundo impondrían con la adquisición de una tecnología perversa y terrorífica para cumplir su dominio y esclavitud total sobre los habitantes de la Tierra. De la misma, hemos extraído tres capítulos de imprescindible lectura introductoria para el video que presentamos al final de este escrito, el mismo, ha sido conformado por diferentes secuencias de la película "El Círculo", una adaptación cinematográfica de la novela de Dave Eggers, lanzada en 2017 y protagonizada por Tom Hanks y Emma Watson.
“Cuando los niños nazcan con los ojos abiertos
se estará en la Edad del Hierro y se acercará el fin del mundo”. Hesíodo
“En la cabeza de un alfiler van a caber todas
las informaciones del mundo... A principio del próximo milenio su teléfono recibirá,
clasificará y, quizás incluso, contestará las llamadas entrantes como si fuese
un bien entrenado mayordomo inglés... Estamos al comienzo del surgimiento de
una red universal interconectado, de comunicación de audio, video y texto
electrónico, que difuminará la distinción entre comunicación interpersonal y
masiva y entre comunicación pública y privada… Socialmente nos relacionaremos
en forma de comunidades digitales en las que el espacio físico será
irrelevante... La era digital terminará por desterritorializar las culturas,
comprimiendo el espacio en que vivimos y nos comunicamos al tamaño metafórico
de la cabeza de un alfiler.” Extraído del trabajo publicado en 1996
por el judío José Joaquín Brunner, Ministro Secretario General
del Gobierno de Chile en la sección de “Comunicación y Cambios Culturales”,
diario El Mercurio.
IMITACIÓN DE LA VERDAD
Dentro de cincuenta años, la llamada “nano-tecnología”, la
manipulación de átomos y moléculas individuales, para formar submicroscópicas
estructuras, habrá avanzado lo suficiente como para que diminutos robots puedan
realizar al interior del cuerpo humano exámenes, circulando por la corriente
sanguínea. Existen ya pequeñísimos artefactos, productos de la microingeniería,
que se introducen dentro de un computador, capaces de apoderarse de su energía
desde los circuitos centrales y usarlos para transmitir información propia.
Así, la “nano-tecnología” es el próximo paso, que dejará obsoletas todas las
técnicas de contra-espionaje actuales. Del mismo modo trabaja para producir
computadores tridimensionales, que construirán un mapa geofísico de las
ciudades, pudiendo establecer un control de metro a metro cuadrado. Ya
existen cámaras que, con el pretexto de evitar robos y asaltos, tanto
en Inglaterra como en Estados Unidos, podrían vigilar el movimiento y la vida
de miles de ciudadanos, por medio de aparatos de control remoto. Si a esto se
suma la llamada “tarjeta inteligente”, poseedora de un “chip” que registra
todas las actividades de un individuo, de la cuna a la tumba, recibiendo y
entregando información en un computador central, la muy mentada democracia, con
sus derechos humanos y libertades individuales, no pasa de ser una ficción más.
Por el contrario, un Estado totalitario, robotizado al máximo, será el futuro
cercano de la especie humana; aun con la desaparición del “dinero plástico” (la
tarjeta de crédito y débito), para dar paso a la “marca de láser en la carne”.
La “Marca del Apocalipsis”.
A la info-guerra, más arriba referida, habría que agregar la
guerra “kamomanásica”, puramente mental. Ya se trabaja en la ciber-telepatía. O
sea, una telepatía también robotizada, en combinación con el computador. Se
partiría con la misma ayuda de los electrodos que se usan en los
electroencefalogramas, pudiendo hacer uso de las misteriosas ondas “Mu” del
cerebro. Los científicos especializados en el tema incluso hablan ya del
intercerebro-computador” (BCI: “Brain-Computer—Interfase”). De este modo, en
Asia, Europa y Estados Unidos (la “Trilateral”, en la “Tercera Ola”), están
buscando decodificar las ondas y señales que se generan en el cerebro para
poder llegar a manejar el computador con el pensamiento, pudiéndose un día
controlar una entera fábrica sólo con la mente. Con el pensamiento de un robot,
que hará uso del cerebro humano, ya que sus circuitos podrían llegar a trabajar
sin intermediación alguna.
La vieja leyenda del Golem es ya una realidad. Norbert Wiener, uno
de los creadores de la cibernética, a fines de los años sesenta publicó un
libro titulado God, Golem and Co. (Dios, el Golem y Compañía). Leí este libro
en Europa y mandé una copia de regalo al Presidente Frei Montalva. Nunca supe
su reacción, la que no habrá sido positiva, a juzgar por su campaña contra el
agro tradicional, continuada hoy por su hijo, además de su no-defensa de la
Laguna del Desierto y su poca simpatía por las Fuerzas Armadas y por nuestra
tradición portaliana y de “Estado en Forma”.
En este libro, Wiener deja entrever sus sospechas de que el hombre
haya sido un robot que Dios creara para investigar una cierta parte del
Universo, una suerte de computador, casi perfecto, al que insufló una energía
llamada Espíritu (esto lo decimos nosotros). El robot-hombre se habría vuelto
contra su creador, destruyéndolo (“¡Dios ha muerto!”, declaraba Nietzsche).
Ahora, el robot, creado por el hombre, se volverá contra éste y lo aniquilará.”
Yendo por una pendiente fatal, con un vesánico impulso de
autodestrucción, ciego, como hipnotizado o ebrio, el hombre perfecciona cada
vez más el robot. Busca la forma de introducirle personalidad y sentimientos,
vida subjetiva y hasta un “yo”. Existen ya robots capaces de ganar partidas de
ajedrez al hombre (esta leyenda, o arquetipo, es también antigua, existiendo
una película alemana de los años treinta, protagonizada por Conrad Veit,
llamada El Jugador de Ajedrez). Lo único que, al parecer, aún preserva la superioridad
del hombre es que el robot no se reproduce a si mismo, por voluntad propia. Se
afirma también que carece de sentido común.
Ahora bien, ¿va a ser esto siempre así? Al conectar el hombre sus
ondas cerebrales a la máquina-robot se ha expuesto a que éste le robe su
misteriosa energía (“Mu”), tal como el hombre le habría robado el Espíritu a
Dios. Además, esa otra peligrosa (y nosotros pensamos, diabólica) energía
universal, la electricidad, podría ser también
consciente, pensante, un pensamiento; pero un pensamiento del demonio, ya que
con la electricidad se expande sin remedio el mal sobre la tierra. SIN
LA ELECTRICIDAD NO HAY ROBOT, ELECTRÓNICA, TECNOTRÓNICA, PSICOTRÓNICA, NI
CIBERNÉTICA.
Fue Tesla quien descubrió una “electricidad alternativa”, los
rayos “takiones”, de partículas subatómicas,los rayos “T”. El quiso contactarse
con Edison, quien pretendió comercializarlos, como lo hiciera con la
electricidad. Tesla se resistió. Sin embargo, su “otra electricidad” fue a caer
en manos aun peores. Y es ella la que hoy, conjuntamente con la electricidad
conocida, tiene ya al mundo bajo control y al hombre transformado en un zombi.
Pareciera ser que, DESDE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, HAY QUIENES LA
ESTÁN USANDO PARA DOMINAR EL CEREBRO DE LOS HUMANOS. Hoy, con la
máquina “Takion” pueden cambiar y manipular a voluntad las mentes de los
habitantes de regiones enteras, junto con los mensajes subliminales (lanzados
hábilmente por la televisión y la más variada propaganda de productos), los que
son facilitados en su recepción por el consumo masivo de bebidas drogadas, como
la coca-cola, que producen adicción. LOS MENSAJES SUBLIMINALES NO SON
DETECTADOS POR LA CONCIENCIA. Hoy los computadores usan “chips” de
silicio para “pensar”. Todavía no poseen mente, o alma. Son inteligentes, pero
de distinto modo al humano.
Una de las más interesantes conversaciones que sostuviéramos con
el profesor C. G. Jung, al final de sus días, fue sobre el cerebro humano y su
relación con la mente. A ella se refiere, en páginas dedicadas a mi
conversación, Gerhard Wehr, en su importante libro: Jung, Su Vida, su Obra, su
Influencia, editado por “Paidós” y en circulación en las principales
librerías. “SI LA MENTE ES CAPAZ DE FUNCIONAR AL MARGEN DEL CEREBRO, ES
DECIR, DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO, ENTONCES ES INCORRUPTIBLE”, me dijo Jung.
Y esto no puede ser cuestión de principios, de concepciones, ni de
fe. Hay que experimentarlo. Y Jung lo había hecho. Poder vivirlo es una
posibilidad de la condición humana, tal vez divina, del hombre. Sin embargo,
con la dirección irrevocable hoy emprendida, CON LA REALIDAD VIRTUAL
ESPECIALMENTE, PARECIERA QUE ESA PUERTA SE CIERRA PARA SIEMPRE. No
existió ni existirá jamás computador más perfecto ni más extraordinario que el
cerebro humano, hecho para ser utilizado por la Mente. Y, sin embargo, ha sido
apenas aprovechado hoy en su capacidad de programación infinita. Por de pronto,
el hemisferio derecho aparece como intocado por el hombre actual. CON
LA REALIDAD VIRTUAL SE HACEN INÚTILES E INNECESARIAS SUS AMPLIAS FUNCIONES, YA
QUE PASAN A SER REEMPLAZADAS POR UNA MÁQUINA, AUNQUE SE LOGRE INCORPORARLA, POR
MEDIO DE “CHIPS”, DE ELECTRODOS Y ONDAS. La realidad virtual será
siempre eso, virtual. Aunque nuestra propia realidad fuese también una
fantasía, una ilusión, una “maya” hindú. El casco cibernético reemplazará y
evitará el despertar del “Tercer Ojo”, del Rayo de Shiva; el ciber—guante
y el ciber-traje nos darán la sensación de proyectarnos en un “cuerpo astral”
——en el “lingasarira”. Sin embargo, no será más que un ersatz, una “imitación
de la verdad" que se estará cumpliendo a expensas de la transmutación real
y la recuperación del Gran Poder, del Hombre-Total, del Cerebro Total, que se
atrofiará no sólo en el hemisferio derecho, sino también en el izquierdo, por
falta de uso y de esfuerzo,…con las viejas disciplinas del desarrollo.
Tan grave es esto que ya afecta a la genética humana. Hoy los
niños nacen con los ojos abiertos, lo que debe simbolizar la pérdida de la
posibilidad de la apertura del “Tercer Ojo”, o “Shakra Ajna”, en la juntura
frontal de los dos hemisferios del cerebro. Además, a los tres años ya tienen
sus pequeños dedos puestos en los botones del computador.
HACE DOS MIL NOVECIENTOS AÑOS, HESÍODO PREDIJO QUE “CUANDO LOS
NIÑOS NAZCAN CON LOS OJOS ABIERTOS, SE ESTARÁ EN PLENA EDAD DEL HIERRO Y SE
ACERCARÁ EL FIN DEL MUNDO”.
¿UNA GRAN CONSPIRACIÓN?
Recuerdo que en India mantuve una importante discusión con Aldous
Huxley. Junto con dedicarme su libro The Door of Perceptíon (La Puerta de la
Percepción), me expuso su creencia de que la mezcalina, más aún el LSD, era el
“maravilloso medio por el cual los viejos esfuerzos de yogas y de santos por
lograr estados místicos de contemplación, éxtasis o samadhis, esas duras
disciplinas y tormentos, que ocupaban años, hoy se alcanzaban, gracias a la droga,
en sólo un cuarto de hora”. En India también conocí al profesor Arnold Toynbee,
quien predicaba contra el campo, la agricultura, y por el triunfo de la “ciudad
sin límites”. Luego, en los Estados Unidos de América, fui invitado por Alan
Watts, con más de doscientas experiencias con drogas, y por John Lilly, que
venía de visitar el Chile de Allende (ya convertido en un centro del tráfico de
la droga), con una permanencia en el Centro de Ichazo y Naranjo, en Arica,
precisamente donde la droga transitaba a su gusto. John Lilly es un peligroso
manipulador del cerebro humano y especialista en el “lenguaje de los delfines”,
con contactos con la CIA y el Pentágono. En Suiza, me visitó también Timothy
Leary, ex—profesor de Harvard, promotor y traficante de la droga en aquellos
años, asimismo en contacto con la CIA.
Ellos pensaron que, al igual que Castaneda, con su Enseñanzas de
Don Juan, yo también podría llegar a serles útil con mi obra, editada por
“Harper and Row”, en los Estados Unidos, y por “Routledge and Kegan Paul”, en
Inglaterra. Ya le habían sacado el máximo de provecho a Hermann Hesse, con la
complicidad voraz de su familia. Pero conmigo se equivocaron, pues yo, por mi
experiencia en India y conocimientos y contactos obtenidos en Chile, durante la
Segunda Guerra Mundial, conocía perfectamente que la droga destruye la
virtualidad de los shakras e impide para siempre el verdadero desarrollo del
Hombre—Total.
Se sabe que al final de los años cuarenta y comienzos de los
cincuenta, los Servicios de Inteligencia mundiales, especialmente de
Inglaterra, con el Instituto Tavistock, de los Estados Unidos
de América, iniciaron una conspiración para destruir dos o tres generaciones de
jóvenes, con la promoción de la droga y de los movimientos de “hippies” y de la
música electrónica. Los “Beatles” fueron condecorados por la Reina de
Inglaterra. Y Timothy Leary me declaraba, con el rostro transfigurado, que
haber nacido justo en el tiempo de la aparición de la música electrónica era el
privilegio de los elegidos.
No podría afirmar si fue a conciencia que intelectuales como
Aldous Huxley, Arnold Toynbee, Alan Watts, Arthur Koestler, Timothy Leary y el
mismo Castaneda, han servido a la Gran Conspiración, como agentes de algún
poderoso Servicio de Inteligencia mundial.
Un paso más, ya definitivo, y muy posiblemente el último, por ser
la Realidad Virtual la más poderosa de las drogas, la Droga Absoluta, que las
reemplazará a todas, se ha dado al final del actual milenio y comienzos del
próximo.
¿Y EL EJÉRCITO?
La revolución cibernética, electrónica, el Internet, aplicados a
las nuevas concepciones militares y científicas de la guerra, hacen que
cualquier conflicto del futuro aparezca como una película de ciencia ficción, o
uno de esos video juegos tan en boga. Algo de esto se mostró ya en la Guerra
del Golfo. Y se ha dicho que el mismo Saddam Hussein tuvo en su poder algunas
claves, que le habrían permitido interferir las comunicaciones bancarias,
telefónicas y la movilización ferroviaria, tanto de Estados Unidos como de
Inglaterra, llegando a producir un momentáneo colapso bursátil y una catástrofe
ferroviaria, de los que casi nada se habló en aquellos momentos. Y algo muy extraño
habría sucedido, al ofrecerse unos mercenarios holandeses, especialistas en la
tecnotrónica, sin trabajo, y también algunos intelectuales hindúes, muy
conocedores del tema, para colaborar con Irak, lo que habría significado,
quizás, un aporte muy importante. Pedían un millón de dólares.
La Fuerza Aérea norteamericana se encuentra en posesión de un
avión robot enano, capaz de obtener información detallada y miles de fotos de
la geografía terrestre, al mismo tiempo que interferir las comunicaciones y las
redes de computación del enemigo (la “nano-guerra ”).
Usando medios aún más poderosos pueden modificar el clima y, por
medio de los “Rayos T” (descubiertos por Nicola Tesla) y otras partículas
subatómicas, cambiar los pensamientos de los gobernantes de las potencias
enemigas, haciéndoles declarar cosas nunca dichas ni pensadas, en discursos por
televisión, de modo de indisponerlos con sus propios pueblos. Hasta la realidad
virtual sería utilizada en los juegos de guerra, donde los uniformes utilizados
por los combatientes pasan a ser complicadas maquinarias robots, comunicados de
arriba a abajo por una red electrónica, de diminutos computadores, con rayos
que les permiten ver en la noche; en verdad, un “ciber- cuerpo” artificial, que
transforma al soldado en un robot bélico, un carro armado, una ciber-máquina,
un mortífero vehículo sobre dos piernas.
Su poderosa arma automática puede mandar hacia atrás señales
térmicas, al alto mando, con informaciones sobre el campo de batalla y los
daños causados al enemigo.
Hasta ahora, pareciera ser que los robots aéreos, lanzados al
espacio para obtener información, encontrarían un solo obstáculo: EL
BOSQUE, LA SELVA VIRGEN, LOS ÁRBOLES VERNÁCULOS Y MILENARIOS ( Aún
serían la salvación y refugio de varios ejércitos de América Latina y de
algunos países del “Tercer Mundo”). De allí, entonces, la
sospecha de que LOS INCENDIOS DE BOSQUES, que cada vez con más
frecuencia afectan a los árboles del planeta, y que siempre son INTENCIONALES,
estén secretamente propiciados y dirigidos por el PODER OCULTO MUNDIAL que
aspira a un CONTROL
TOTAL DE LA TIERRA. Sólo el desierto les es propicio y de fácil dominación.
Es así que “el desierto se extiende”, como diría Nietzsche. La aridez, la
muerte final. Y no deja de ser extraño que en Chile, un misterioso personaje,
el estadounidense Douglas Tompkins, se esté apoderando de todos los bosques
vírgenes de la Patagonia chilena. ¿Qué pretende? ¿Qué va a ocultar allí?
Ahora
bien, es muy interesante conocer que casi siempre, en los últimos juegos de
guerra del Pentágono, realizados dentro de una realidad virtual, en videos y
computadoras, sus ciber—ejércitos aparezcan como siendo derrotados por enemigos
mucho más débiles y por ejércitos de la “Segunda” y “Primera Ola”. Y esto
porque, al carecer de una red complicada y centralizada de comunicaciones,
encontrándose dispersas, inconexas y desorganizadas sus fuerzas, son menos
vulnerables a un ataque total de la info—guerra. Y el dominio final sobre un
país vencido sólo se podrá efectuar por el hombre, por la vieja y tradicional
Infantería, y no a distancia, por los robots y las máquinas. No todavía. Y la
debilidad de la gran potencia está en el poco valor de su ser humano,
involucionado, desvirtuado por la todopoderosa máquina y la super—tecnología.
Por
esto mismo el Pentágono, al servicio de ese Gobierno Secreto Mundial, intenta
por todos los medios imponer su “Doctrina”, para desmantelar los ejércitos
tradicionales y las Naciones-Estado, de modo que, sin disparar un “info—tiro”,
haya ganado la batalla antes de iniciarla.
Por la
misma razón, harían muy bien Fuerzas Armadas como las chilenas en resistirse,
no permitiendo ser asimiladas y destruidas, ni tampoco fascinarse con las
nuevas formas de la guerra cibernética, de la info—guerra, sino, por el
contrario, desarrollar simultáneamente estrategias y tácticas más antiguas, del
“Tercer Mundo” o “Primera Ola”, de los países pobres, donde los mandos y las
comunicaciones sean como las de los incas y los araucanos, con mensajeros
humanos que usaban tambores y señales de humo, símbolos y transmisiones que la
electrónica no logre interferir, dentro de bosques impenetrables, con la
complicidad de la Naturaleza, de los animales y los pájaros, y hasta de los
volcanes y las estrellas.
Tal vez
para salvarse del imperialismo infernal del robot y de la electrónica, las
pocas Naciones que aún sobreviven, encuentren la solución en el legendario
mensajero Miguel Strogoff, en el Correo del Zar...
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